Todos recordamos a aquella muñequita de un vestidito verde, cabello azul y por supuesto que muy carismática y siempre positiva, o también a la otra muñequita chaparrita, robusta, de color azul, con anteojos grandes y un adorable suéter blanco, pero también al otro muñeco casi de aspecto cuadrado que su principal distintivo es su llamativo color rojo.  A estas alturas ya todos sabemos de quiénes estamos hablando; son los integrantes de aquella emblemática película llamada intensamente. En ella, podemos identificar a las principales emociones, sin embargo, es importante definir qué son las emociones. Se dice que son reacciones fisiológicas y endocrinológicas que todos los seres humanos experimentamos en respuesta  a un estímulo de nuestro medio ambiente. Algunas de las más comunes son: alegría, tristeza, miedo, dolor, enojo. Si bien es cierto que cada persona experimenta de manera diferente las emociones, es común que un mal manejo de las mismas de paso a la creación de conflictos, ya sea de pareja, de familia, laboral, personal, entre otros. Por ello es importante poder controlar y manejar las emociones a nuestro favor, a continuación se muestra algunas técnicas que podemos implementar para beneficio propio.

  • Identificar qué emoción estás experimentando. Para saber desde dónde puedes actuar, lo principal es saber si estás enojado, triste, etc. Recuerda que de acuerdo al tipo de emoción presentada es el tipo de respuesta emitida.
  • Respiraciones profundas. Para poder regresar a un estado neutro y poder entablar una conversación lo recomendable es inhalar por la nariz procurando que el aire llegue al estómago y éste se infle, se debe mantener de 3 a 6 segundos y exhalar por la boca. Se tiene que repetir la misma operación para manejar esa emoción que presentamos.
  • Tiempo fuera. Esta técnica suele emplearse cuando no podemos controlar la emoción, consiste en abandonar el conflicto momentáneamente, apartarte del lugar, salir a caminar o simplemente irte a otra habitación hasta que logres controlarte, puedes echar mano de la técnica anterior, una vez en estado neutro lo ideal es regresar y seguir la conversación para encontrar una solución.

Aunque en un principio pueda resultar extraño emplearlas, con el constante entrenamiento se lograra de manera más natural.

 

Carlos Vergara
Psicólogo