Ciertamente sabemos que el dialogo es capaz de solucionar cualquier conflicto, pero cuando nos encontramos en medio de un problema, podemos experimentar ciertas emociones como: miedo, coraje, frustración, ego y estrés, por mencionar algunas. Estas emociones nos pueden traicionar y hacer que nos olvidemos del Diálogo como resolución de conflicto, puesto que la energía que se ocupa para resolver el problema, suele ser intensa y ésta nos puede invadir; y así ir perdiendo la objetividad hacia lo que requerimos solucionar.
Los procesos de Mediación o cualquier mecanismo que implica el diálogo y la comunicación son formas funcionales de solucionar conflictos. En muchas ocasiones y en diferentes casos, inclusive en experiencias personales, es impredecible decir cuánto tiempo llevará solucionar determinado conflicto, puesto que hoy entiendo que cada conflicto tiene un proceso de aprendizaje y bien se puede relacionar hasta con los pasos del proceso del Duelo, porque, como se mencionaba en el párrafo anterior, primero se viven las emociones y finalmente viene la aceptación, y es ahí en ese momento cuando generalmente se puede ser objetivo ante una resolución de conflicto.
Cuando dejamos que cada persona desarrolle su propio proceso podemos obtener buenos resultados, pero hay un elemento muy importante que debe estar indiscutiblemente dentro del diálogo y es la empatía. ¿Qué sería conversar sin empatía?, es similar a tener un florero vacío o a tener un jardín sin plantas. La empatía en cualquier diálogo es importante, como lo menciona Balart Maria (S.A).[1]: “La empatía es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar y de esta manera poder responder correctamente a sus reacciones emocionales”. Es importante ponerse en el lugar de otro u otra persona para comprender la situación, el por qué se generó el problema y cómo es que se puede rescatar o salvar una relación con esa persona, si es que realmente se desea.
En la práctica he visto como dos personas se sientan a dialogar para solucionar un conflicto y de pronto no llegan a una solución, al contrario, salen con más controversias que al inicio. Analizando esto, creo que mucho depende de la empatía que tengas contigo mismo, y en consecuencia será con la otra persona, y entonces se generará la intención y con ello, habrá buenos avances. En muchas ocasiones quizá puedas dudar en propiciar el diálogo, porque a lo mejor dudas, qué esa persona te entienda, muchas veces podemos conversar el problema y comunicarlo, pero no basta con solo hablar; se requiere tener la intención de solucionarlo y que ambas personas estén de acuerdo. Y yo creo que la clave para que exista ese diálogo es la empatía, porque si solo se expresa lo que yo quiero, lo yo pienso o lo que yo siento, no se avanzará, dado que cada persona tendrá su punto de vista al respecto, y para que una solución funcione, se debe de tener en cuenta el sentir de la otra persona y lo que esa persona necesita, comprender el por qué se generó el problema, ser flexible, compasivo y con ello, estarás promoviendo la empatía.
[1] María Julieta Balart Gritti, (S.A) La empatía: La clave para conectar con los demás Socia Directora de Ágama Consultoría y Aprendizaje, S.L.
Concluyo compartiéndoles que para mí la empatía en el conflicto va más allá, de solo aceptar una propuesta por una persona, creo que tiene ver con crear una solución, en donde las dos personas puedan hacerse responsables y cumplirla, confiar en la solución y en la persona y por último evitar juzgar. Considero que la empatía es un elemento que te permite crear más posibilidades, tanto en tus relaciones como en la vida personal, comparto que dentro de un problema es de vital importancia, permitirte sentir compresión hacia los sentimientos de los demás y con ello podremos experimentar la empatía hacia los demás.
Coordinadora Regional CECOFAM Ometepec